Volver a empezar: flores y chocolates para decir lo que las palabras no pueden
A veces el amor tropieza. Pero cuando el corazón sigue latiendo por el otro, entonces es momento de dar un paso. De tender la mano, y con ella, ofrecer algo que hable más fuerte que cualquier disculpa.
En ese instante de retorno, existen dos regalos que saben reconstruir sin necesidad de explicar: un ramo de flores y una caja de chocolates, son una de las tantas opciones por las que se puede empezar a recuperar su corazón. A continuación, déjame que te cuente el por qué:
Flores: la forma más bella de pedir perdón sin decir “perdón”
No todas las disculpas llevan palabras. Algunas llegan envueltas en papel, con pétalos que tiemblan como quien se atreve a regresar. Las flores tienen una nobleza que permanece con el tiempo: no exigen, no justifican. Solo se ofrecen, hermosas y sinceras.
Un ramo bien elegido no cambia el pasado, pero tiene el poder de abrir la puerta al futuro. Porque cuando alguien se toma el tiempo de pensar en qué flores regalarte, también está pensando en vos.
Chocolates: endulzar lo amargo, volver a empezar
El amor también es un sabor que se aprende a cuidar. Y cuando ha habido distancia, nada como el chocolate para volver a conectar desde lo simple. No es solo un detalle: es un puente. Un bocado compartido puede ser el primer paso para una charla más honesta, una risa que se cuela sin permiso, o ese abrazo que se estaba esperando.
A veces, solo se necesita coraje, ternura… y una segunda oportunidad.
Reconciliarse no es rendirse. Es elegir al otro a pesar de todo. Y si bien no hay receta infalible, hay gestos que ayudan a desarmar el orgullo y vestir el alma de esperanza. Flores. Chocolates. Dos aliados fundamentales que, con delicadeza, pueden recordarle a esa persona por qué vale la pena intentarlo de nuevo.