Mudarse es cerrar una etapa y abrir otra.
Es dejar atrás paredes conocidas
para llenar de historias un nuevo espacio.

Regalar flores en ese momento es más que un detalle:
es dar la bienvenida a lo que viene,
es decir “que este nuevo hogar florezca con amor.”

Un ramo es lo primero que decora sin esfuerzo,
lo que perfuma el aire antes que lleguen los muebles,
lo que transforma lo nuevo en cálido.

Los ramos iluminan rincones vacíos,
llenan de calidez los primeros días
y convierten una casa nueva en un lugar que ya se siente hogar.

 Regalá flores que hablen de nuevos comienzos.
Porque toda mudanza también merece florecer.